Las etiquetas o hashtags son esas palabras precedidas del símbolo “#” que ayudan a la viralización de una publicación en redes sociales, pero que en ocasiones no se les da el uso apropiado. Muchas veces vemos un #TBT que no debió ser o una imagen acompañada de incontables hashtags que no se leen. Para no cometer errores y usarlos de forma adecuada, basta con seguir estos sencillos pero importantes consejos.

Investigar acerca de aquellos que comúnmente se utilizan para un tema en particular

Las etiquetas sirven para dar una lógica ubicación al mensaje que se quiere transmitir, ya que la idea es que lo vean muchas personas. Sin embargo, no todas las potenciales palabras que puedan servir son efectivas para cumplir con el objetivo, por eso es necesario hacer una breve investigación sobre los hashtags que son tendencia.

Para cumplir la misión, páginas como What the Trend muestran las etiquetas más utilizadas en Twitter durante los últimos 30 días. Otras como Hastracking contabilizan el número de likes, comentarios y publicaciones relacionadas con una etiqueta en la red del pajarito azul y en Instagram. Sea cual sea la herramienta, lo fundamental aprovechar la información que allí se muestra para ubicar nuestras publicaciones en el contexto correcto.

No excederse en la cantidad. A NADIE le gusta los hashtags masivos.

Si bien es cierto que con el número de etiquetas insertadas aumentan las posibilidades de que las publicaciones sean vistas por más personas, también hay que tomar en cuenta que un exceso de las mismas es estéticamente incómodo. Incontables son las críticas a cuentas de usuario donde se hace un uso desmesurado de hashtags, a pesar de que en Instagram, por ejemplo, el límite es de ¡30!.

Lamentablemente, el consumidor de contenidos no presta mucha atención a las etiquetas, de ahí a que más de lo visualmente aceptable cause molestias. Como administradores de nuestras propias publicaciones, lo mejor es limitar la cantidad a utilizar y escoger las que gracias a herramientas como las mencionadas en el punto anterior son las que nos brinden la mejor posibilidad de ser observados en las tendencias.

Tomar en cuenta mayúsculas y minúsculas

#estonosevebien. #EstoProbablementeSeVeaMejor. Básicamente, se debe a una cuestión de distinción de las palabras que conforman la etiqueta. Así, la lectura de la misma es más amigable y aumenta las probabilidades de que si es una frase original, sea leída por los usuarios y hasta se reproduzca y convierta en una tendencia. Todo es posible.

Cuando se trata de marcas, deben ajustarse a la esencia de la misma

Se deben evitar los hashtags sin sentido. Si una empresa se dedica a la venta de artículos para el hogar, lo más idóneo es que etiquete palabras relacionadas directamente con el negocio, preferiblemente los productos que ofrece: #jabonera, #vajilla, #parrillera. El objetivo es hacer llegar un mensaje y que el usuario lo entienda.

Los hashtags cumplen una función similar a la de un resaltador en un libro. Con ellos se busca destacar una palabra en particular que sirva de enganche para llamar la atención del lector y de esta manera consuma el resto del contenido, el cual una vez procesado tiene un potencial considerable de persuasión. Esta es la importancia de jugar inteligentemente con las etiquetas.

Respetar fechas, eventos y acontecimientos destacables

Ejemplo: Si queremos aprovechar una efeméride, el contexto en el que se va a incluir el hashtag correspondiente debe ser el más lógico posible. A menos de que se trate de una promoción, una oferta o el lanzamiento de un producto o servicio con motivo de la fecha en cuestión, ésta no debe mezclarse con el propósito comercial de la marca. Una alternativa viable es acompañar una imagen referente al acontecimiento histórico e insertar en alguna de sus esquinas el logo de la empresa.

Esto aplica para eventos masivos. Si no guarda relación alguna con el negocio, es mejor obviar la etiqueta a menos que queramos vernos involucrados socialmente con la actividad, es decir, que nuestra publicación sólamente se refiera a ese tema en específico: caminatas deportivas, jornadas de salud, conciertos benéficos, etc. No se debe olvidar que las redes sociales no se deben utilizar exclusivamente para la promoción de las marcas, otras formas de contenido son súmamente importantes.

Evitar estos clásicos

Quizá una de las malas costumbres más vistas es la de publicar un #TBT en el día equivocado. Este hashtag es la abreviación de la frase anglosajona Throwback Thursday, que en español podría traducirse como Jueves de Antaño, el cual se usa al publicar fotos antiguas, de ahí a que incluirlo en nuestras publicaciones un lunes es evidentemente incorrecto. Lo mismo pasa con #FBF (Flashback Friday o Viernes de Retrospectiva).

También es importante saber que cualquier signo de puntuación que se escriba dentro de la etiqueta causa la ruptura de la misma. Por ejemplo, si queremos hacer un hashtag con el número 2.016, no podemos escribir #2.016, puesto que nuestra etiqueta quedaría #2 y el resto no sería tomado en cuenta, lo correcto es #2016. De igual forma, los espacios modifican la frase que se desea etiquetar, así como el símbolo “@”, el cual está habilitado exclusivamente para mencionar usuarios.

#SíguemeYTeSigo, #MeGustaPorMeGusta y etiquetas similares son terribles para la reputación en las redes sociales. Es imperativo evitarlas para que nuestra cuenta de usuario no sea considerada poco seria. Si queremos seguidores, el enfoque debe darse en el contenido y demás estrategias adecuadas para su enganche y fidelización.

Tomemos los hashtags en serio, #EtiquetemosConResponsabilidad

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